Soy Alejandra. Fotógrafo por vocación.
Lo de ser fotógrafo y hacer bodas no lo tenía tan claro.
Desde que empecé a trabajar en esta profesión, con 23 años, me imaginé haciendo reportajes de viajes, cine, moda, publicidad, pero nunca pensé que
me especializaría en este campo.
Apasionada del fotoperiodismo, cuando me dieron la oportunidad de probar a hacer fotos en una boda reconozco que iba bastante escéptica, pensando en el mero posado y en las fotografías que hace no tantos años se hacían.
Descubrí que estaba equivocada, que había gente haciendo trabajos maravillosos dentro de este mundo.
Que pensar en pintura, cine, música y naturaleza podía ser una forma de acercarte a dos personas que se casan y comparten tu estética y tus gustos.
Que imaginar, descubrir, crear encuadres distintos que te apasionen y con todo ello conseguir un reportaje natural en una boda era posible.
Han pasado algunos años y sigo teniendo mucho que aprender, pero también mucho que agradecer. A todas esas parejas que me han confiado su historia, que han querido ver su día a través de mis ojos.
Sin todo esto y sin todo el apoyo de los míos no podría decir que soy feliz con mi trabajo, contando historias diferentes, viajando allí donde ocurren.
Hace tiempo escuché decir a un grandísimo fotógrafo que para contar historias antes debías conocer la tuya.
La mía es esta y, ahora que sabéis un poco más de mí, me encantaría saber de dónde venís, cómo os conocisteis, cómo sois y todo lo que queráis compartir conmigo.
Gracias por haber dedicado un rato a conocerme.
